
El DS 250 dispone de todos los elementos típicos de un quad de su categoría para competir de tú a tú con cualquier otro modelo en igualdad de cilindrada.En un chasis tubular de acero se ha alojado el motor de 4 tiempos, monocilíndrico y refrigerado por agua que dispone de un cambio automático por variador comandado por una palanca de tres posiciones: hacia adelante, hacia atrás y punto muerto. La transmisión se realiza por cadena a un eje rígido trasero. El arranque es eléctrico y la alimentación por carburador mientras que en el apartado de suspensiones, los delanteros estan anclados a dobles trapecios con regulación en precarga, mientras que el trasero es un monoamortiguador directo al basculante con ajuste en precarga igualmente de 5 posiciones. Los frenos son de disco para ambos trenes y con pinzas de pistón simple tanto para los dos delanteros como para el trasero.A nivel de equipación, el DS 250 podría contentarse con menos pero en su velocímetro encontramos testigos luminosos relativos al punto muerto, la marcha atrás, presión de aceite y la temperatura de motor.En la pista: teniendo en cuenta el público al que va dirigido este modelo, la seguridad también es parte de su acometido y tras efectuar la puesta en marcha, no se pueden engranar sus velocidades (hacia adelante o detrás) sin tener accionada la maneta de freno para evitar un accelerón no deseado.Y a partir de aquí, todo es simple e intuitivo. El DS 250 es un quad de reacciones limpias y predecibles en todo momento.Su potencia se entrega de forma lineal y sin ningún tipo de brusquedades, haciendo que se pueda circular en numerosas ocasiones con el gatillo a fondo sin miedo con tan solo prestar atención al pilotaje pues todo queda bajo control en todo momento. Tanto frenos como suspensiones muestran un comportamiento correcto como en la mayoría de quads de esta cilindrada en los que su escasa potencia final hace que no se incorporen amortiguadores de altas prestaciones sino sistemas convencionales y sobre el disco trasero también se concentra la instalación del freno del parking, con una simple leva en la maneta de anclaje rápido aunque con el mal típico de necesitar tensarlo a medida que se vayan desgastando las pastillas si queremos que funcione correctamente. La única pega apreciable en este sentido sería la dureza de tacto para accionar el sistema de frenada.La posición de conducción también es correcta para el piloto y en Can-Amsiguen fieles a su política de no matricular el vehículo para dos plazas porque ese es un trámite utilizado por muchas marcas como argumento de venta de sus quads cuando realmente la estructura no está diseñada para acoger a dos pasajeros y el reparto de pesos varía en marcha, pudiendo llegar a poner en peligro a sus ocupantes. Por tanto, las cosas en su justa medida y el DS 250 llevará con soltura al piloto.Conclusiones:el DS 250 presenta una imagen que se distingue del resto de la comptencia para buscar el cliente fiel de la marca que sabe que en Can-Am se trabaja con una ilusión especial en cada uno de sus proyectos. Su uso es muy simple porque es fácil dosificar y administrar la potencia de su motor y el comportamiento del quadno da lugar a malas sorpresas. El DS 250 resulta ideal para iniciarse con las garantías propias de una marca como Can-Am y tanto los particulares como posibles empresas que quieran destinarlo al alquiler, tendrán en este modelo una opción más que recomendable que se suma a la larga lista de modelos propios del segmento.Precio 6500 uss
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